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Biografía de Isaías (Profeta)

F. M. U,
Lic. en Comunicación
El primero de los profetas mayores hebreos. Autor del Libro de Isaías, que integra el Antiguo Testamento de la Biblia. Fue consejero de los reyes: Ezequías, Jotam y Ajaz. Dios lo convocó en una aparición para que fuese uno de los predicadores y difusores de su palabra. Le anunció al pueblo de Israel la llegada del Mesías que los salvaría y que les daría paz y justicia para siempre, mientras que, a los monarcas, les advirtió el peligro que corría su pueblo si seguían avalando el culto a dioses falsos: la destrucción del templo de Jerusalén y del mismísimo Israel. Se lo considera un emblema de la literatura hebrea.

770-760 a.C.

Habría nacido en la ciudad de Jerusalén, en el seno de una familia que tuvo lazos familiares con la familia real y perteneció a una tribu de ascendencia noble. Su padre fue Amós, y su nombre significa Jehová es salvación.

Integró el selecto grupo de los profetas mayores del Antiguo Testamento junto a Jeremías, Ezequiel y Daniel.

740-700 a.C.

Desarrolló su tarea profética. Escribió el Libro de Isaías, que integra el libro sagrado judío del Tanaj y el Antiguo Testamento de la Biblia.

Se opuso a la política de alianzas que llevaron a cabo los reyes de Judá con los imperios foráneos y les aconsejó que confíen en la alianza con Jehová.

Se le atribuyeron cualidades de poeta y gran escritor. Usó una variada y valorada calidad de recursos para transmitir la palabra del señor: imágenes, metáforas, expresiones interrogativas, epigramas, diálogos, parábolas, hipérboles y símbolos.

Autor del Libro Isaías, que fue considerado como una de las obras y partes de la Biblia más notables, y una brillante expresión de la literatura judía.

Está compuesto por una colección de oráculos que abarcan diversas épocas: un prólogo, dos partes principales que giran en torno a las advertencias sobre el avance asirio hacia los reinos de Judá, y las promesas de redención y llegada del Mesías.

En él, expone el momento en que Dios se le apareció para encomendarle la misión profética… estaba sentado en un gran trono y sobre él volaban espíritus bienaventurados que se comentaban entre sí: “santo, santo es el señor, y toda la tierra está llena de tu gloria”. Pensó rápidamente que moriría porque era un hombre impuro que vivía entre otros tantos pecadores.

Dijo que uno de los ángeles voló directo hacia él llevando en mano un trozo de madera, con el cual le tocó su lengua y le aseguró que sus faltas habían sido eliminadas y sus pecados perdonados.

Luego, Dios, preguntó a quién enviaría, quien sería su mensajero y él contestó que quería serlo, que el asumiría esa misión, y le pidió que lo envíe a llevarle su palabra al pueblo hebreo

Le preguntó hasta cuando tendría que desarrollar esa actividad y Dios le dijo: hasta que las ciudades queden vacías y sin habitantes, los campos desiertos y los pobladores sean llevados a otras tierras, sin embargo, quedará una semilla allí que será el germen de la raza santa.

Se presume la existencia de una escuela de escribas, denominada Isaiana, que se conformó a partir de sus profecías. Habría sido el formador y conductor de esta escuela, por tanto, su libro, podría haber sido escrito por autores varios que integraron la misma.

Se le atribuyó haber pasado algunos años desnudo y descalzo como símbolo de la humillación a la que fueron sometidos los cautivos de la región superior del Río Nilo y de Egipto.

Se casó con una profetisa con quien tuvo dos hijos.

722 a.C.

Los asirios conquistaron Samaria durante el reinado de Ezequías, hijo de Ajaz.

Deportaron a los habitantes a Nínive y desapareció el Reino del Norte de Israel.

Él vivió en el Reino del Sur de Judá, que también estuvo bajo amenaza de los asirios, sin embargo, el rey Ezequías le creyó, siguió sus consejos y su reinado se salvó.

695 a.C.

Fue martirizado, por orden del rey Manasés, quien consideró que lo había ofendido, y por caso, lo condenó a la más cruel de las muertes: su cuerpo fue cortado en dos y puesto dentro de un tronco de árbol hueco.

Manasés fue un rey que practicó la crueldad y avaló la idolatría de varios dioses. Isaías le llamó la atención al respecto de las consecuencias nefastas que ello tendría para su pueblo, sin embargo, éste no aceptó sus consejos y ordenó su martirio.


Autora

Escrito por F. M. U, para la Edición #111 de Enciclopedia Asigna, en 04/2022. F. M. U, es Lic. en Comunicación y Profesora